El lunes 6 de marzo, REDI y la Fundación Promoción Social, a través de su Observatorio Mujer e Igualdad (OMEI), organizaron un webinar, como evento paralelo a la CSW67, donde se analizaron los retos y oportunidades de las mujeres y niñas rurales en Perú.

El evento ayudó a comprender su situación y a descubrir buenas prácticas a favor de ellas, de la mano de Delicia Coronado, Directora de Escuela Campesina de Educación y Salud (ESCAES), y el testimonio de mujeres rurales que participan en sus proyectos que favorecen su empoderamiento.

Durante su intervención, Delicia Coronado se refirió a la apuesta de ESCAES por promover el desarrollo humano de las personas de ámbito rural “tan necesario en nuestras zonas, sobre todo en zonas de extrema pobreza, donde se da una tremenda deshumanización”.

En ESCAES trabajan dos ejes, educación, entendida como proceso de desarrollo humano, y la salud, entendida como total bienestar físico, mental, social y económico. También impulsan la participación activa en la sociedad.

“Pretendemos que se hagan pequeños emprendimientos, o grandes emprendimientos, lo que se pueda. Hacemos emprendimiento sobre todo con las mujeres para que obtengan una economía. El gran problema de las mujeres es que dependen en todo del esposo”.

Calificó la situación de la mujer rural en Perú como muy dura desde el nacimiento. Por ello, desde ESCAES se organizan reuniones con las mujeres en lo que denominan “círculos de cultura”, donde conocen sus derechos, aprenden a compartir sus vivencias, su situación, la percepción de la realidad que les rodea: “qué es lo que pasa y cómo eso que pasa, que le pasa a una, también le pasa a la otra”.

Las mujeres en los círculos de cultura aprenden a valorar por qué quieren participar, muchas veces con gran sacrificio. Poco a poco se va cambiando de una cultura machista tan difícil de sustituir por una nueva cultura. Con mucho esfuerzo, comentó, algunos hombres sí aceptan un cambio de actitud:

“Con estos círculos de cultura la gente va cambiando. Hay que educar, hay que sensibilizar con cariño, con respeto. Con respeto también al hombre, porque también el hombre es víctima de una cultura heredada.
Vamos transitando de una cultura machista a una cultura más democrática, a una cultura de derechos, a una cultura participativa, a una cultura de igualdad de oportunidades, a una cultura de participación de la mujer.
Yo les digo: miren, ustedes, los hombres, son los que se lo pierden porque están desaprovechando todo el aporte que podemos hacer las mujeres, tenemos otra visión del mundo y, por lo tanto, ustedes se la están perdiendo.
Las mujeres también se dan cuenta que van desarrollando capacidades. Son sensibles a sus derechos, son sensibles a su derecho a participar, son luchadoras, gestoras, se organizan”.

Asimismo, Delicia analizó muchas de las intervenciones que realizan desde ESCAES con mujeres de ámbito rural, tanto en Cajamarca y Ayabaca (Andes), como en la Bahía de Sechura en la costa.

En Sechura, promueven la formación en maricultura de hombres y mujeres por igual, un sector tradicionalmente monopolizado por los hombres, quienes no veían con buenos ojos la incorporación de las mujeres de su comunidad a esta actividad. Actualmente, muchas mujeres en Sechura participan en programas de formación y capacitación de ESCAES y trabajan en sector.

Rocío Granados Chiroque y Susana Puescas Galán son ejemplo de ello. Ellas, a través de su propia experiencia, participaron en el webinar compartiendo sus testimonios de superación que son inspiradores para muchas mujeres.

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