Se organizaron unas jornadas informativas con el objetivo de compartir con las asistentes la realidad de las mujeres que viven en un entorno rural en Carazo (Nicaragua) así como el proyecto que la FPSC desarrolla allí con financiación de la Junta Castilla y León: “Empoderamiento de mujeres rurales de escasos recursos del Departamento de Carazo, Nicaragua, mediante la implantación de un Programa de formación técnica y ocupacional orientado al emprendimiento y liderazgo.”

Las sesiones se celebraron el pasado 21 de agosto.

Para impartir las jornadas se contó con la Directora de Proyectos de FPSC, Macarena Cotelo, la técnica de proyectos de la FPSC, María Abellanas, y con la directora del proyecto en Nicaragua, Amalia González Fournier, principal responsable del proyecto educativo desarrollado por el Centro Social Vega Baja, que contó de primera mano la realidad de esta región de Nicaragua.

Como apoyo a esta exposición se proyectó un vídeo, que trata de reflejar la problemática del terreno y especialmente la perspectiva de los beneficiarios.

En la posterior visita de Amalia González Fournier a la sede de la Fundación, se le realizó una entrevista breve donde, entre otras, se le formularon las siguientes preguntas:

  • ¿Cuántas mujeres se benefician del Proyecto que están implementando con la FPSC? ¿Qué resultados esperan?

Son más de 200 mujeres las que participan en el proyecto de la FPSC financiado por la Junta de Castilla y León. Todas ellas, mujeres de escasos recursos que viven en el ámbito rural. El programa incide en aspectos como el del apoyo escolar, el emprendimiento y el desarrollo humano.

Al pasar de tener una escasa formación a tenerla de forma exhaustiva, con formación presencial, las alumnas experimentan un cambio radical.

  • ¿De qué forma se empodera a estas mujeres?

Se les da formación muy exhaustiva, pero donde se destacan aspectos concretos: cómo cocinar, cómo organizar menús, cómo comprar, cómo vender, cómo poner precios. Todos estos aspectos les permitirán salir a la calle a ponerlos en práctica.

  • ¿Qué otros beneficios destacaría de la Formación que reciben estas mujeres?

El programa contempla la posibilidad de hacer prácticas en empresas, restaurantes y hoteles.

  • Háblenos de los efectos que el programa tiene para la comunidad.

En primer lugar, vemos una satisfacción personal de las participantes a pesar de las dificultades que a veces se encuentran, recorrer largas distancias a pie, por ejemplo.

Uno de los objetivos a la hora de seleccionar a las participantes son sus ganas de salir adelante, y la posibilidad de que puedan replicar lo aprendido en su ambiente de familia, en su barrio, comunidad. Es por ello que el proyecto tiene un efecto multiplicador. Se conciencia a las participantes de que el cambio ha de repercutir en los que les rodean, y que se han de convertir en auténticos agentes multiplicadores.

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